Entradas

Migajas de Amor

Imagen
Estamos tan acostumbrados a recibir tan poquito amor que vamos por la vida recibiendo migajas, migajas de amor, de amistad, de felicidad, migajas de cariño proveniente de pérsonas a las que nosostros les damos todo nuestro amor, les entregamos todo nuestro corazón, nuestra algeria, nuestra compañia y mas, personas a las que tratamos de darles mas cada día a pesar de que nada sea reciproco y es que ¿Tan poquito valemos que no merecemos todo completo y nada a medias? ¿Tan poquito amor nos tenemos que aceptamos esas migajas sin poner peros o limites? Vivimos añorando que nos amen por completo, que se entreguen a nosotros sin limite, que nos den todo el amor que sentimos merecer, vamos por el mundo buscando ese amor que nadie ha sido capaz de darnos completo, buscando en cada gente un poquito de valor para llenar el corazón. He sido una mujer que a lo largo de su "vida amorosa" se ha acostumbrado a ser la segunda opción, a ser la "bueno ni modo, tocara con ella" una muj

Es un adios.

  Los adultos mayores piensan que el suicidio es la salida fácil a los problemas, lo ven como un acto de cobardía para no afrontar las dificultades, pero jamás se detienen a pensar en que estaba pasando la otra persona para llegar al punto de quitarse la vida. Desde los 12 años llevo luchando con la tristeza, la soledad y el desamor, llevo años luchando contra el deseo de suicidarme, años de lucha contra mi mente y mis pensamientos. He tenido dos intentos de suicidio a lo largo de mi vida y en ambos he sido salvada por el amor de mis amigos y mi hermana, en ambas ocasiones con ellos quienes se han quedado a mi lado tratando de ayudarme, tratando de tenerme aquí. Siempre que la idea de matarme viene a mi pienso en mis perros, en mis amigos y mi hermana, en como afectaría sus vidas el que yo me deshaga de la mia. Quiero que sepan que si algún día la depresión gana la batalla y yo muero, sepan que los ame con todo mi corazón, que agradezco tanto amor, tanta paciencia y tanto apoyo que me
Imagen
  ¿No soy suficiente mujer para que alguien se enamore de mí? Muchas veces me hice esa pregunta y la mayor parte del tiempo la relacione a tres cosas: a) a mi físico, b) a mi mal humor y c) a que aun no he terminado una carrera universitaria. Durante mucho tiempo pensé que los hombres con los que había salido no me consideraban para una relación seria por esas razones, cuando llegaba el momento del ¿Qué somos? Casualmente ellos nunca estaban buscando una relación seria, querían disfrutar de su soltería y yo que soy la persona mas buena onda de la vida les creía. Salíamos un par de veces, había besos y abrazos y de pronto, ghosting y un par de días o semanas después publicaban fotos con sus nuevas novias. La historia se repitió tantas veces que llegué a creer que yo era una especie de cupido o que tenia alma de taxi, uber o algún otro transporte, me sentí eso, un medio de transporte. Empecé a tener miedo de que siempre que conociera a alguien que me gustara pasaría eso porque realmente

Amor

Imagen
  Perder un amor, ¿Qué pasa cuando perdemos un amor? ¿En quien nos convertimos cuando ese amor se va? ¿Acaso nos volvemos otra persona ante tal perdida? Siempre he sentido que cuando perdemos un amor, ese nos arranca un poco de nuestra alma, se lleva pedazos de nuestro corazón, claro que todo de manera metafórica, nos volvemos otras personas, evolucionamos, cambiamos, crecemos, nos volvemos mejores personas, nos sentimos un poco lastimas porque se siente que falta esa parte que se llevaron, se lleva ese pedacito de vida, esos suspiros, esas alegrías. Cuando perdemos un amor queremos correr detrás de él, nos negamos a perderlo, se vuelve una perdida real cuando ese amor termina siendo entregado a alguien mas o cuando ese amor muere. El primer gran amor que perdí fue cuando el corazón de mi papá dejó de latir, cuando supe que nunca mas iba a abrazarlo, a escucharlo a sentirlo, con su muerte se fue la primera parte de mi corazón, un pedazo de mi alma y casi mi vida entera, voy en camino a

La maternidad

Estaba viendo una serie de entrevistas que les han hecho a mujeres de la industria del cine y la televisión sobre el hecho de que han llegado a sus cincuenta y nunca fueron mamás, siempre les preguntan si se arrepienten, que porque tomaron esa decisión, que si no se sienten egoístas y cosas así, porque al parecer no es suficiente que sean exitosas en sus carreras, no es suficiente que admitan que son felices y están plenas y llenas de amor, digo eso porque llevan años haciéndoles las mismas preguntas, cuestionándoles sus decisiones y aunque ya han dicho un millón de veces sus razones, entre ellas la más importante que siempre es “NO QUISE SER MADRE”, vuelven a preguntarles el porqué de esa decisión. En mi caso, desde muy pequeña he hablado abiertamente sobre el hecho de que no quiero ser mamá, jamás ha estado en mis planes de vida tener hijos, y aunque mi abuela diga que “no escupa para arriba porque en la cara me va a caer” sigo firme en mi decisión, no quiero ser mamá, no quiero tene

Soy suficiente

Hace un rato leí un tweet que decia: "Llegue a la conclusión que haga lo que haga, nunca seré suficiente para un hombre" me pego muchísimo porque durante mucho tiempo tuve esa sensación, que jamás sería suficiente para ser merecedora de una hombre, porque todos los que habían pasado por mi vida jugaban un rato conmigo, se aburrían y se iban, sin dar explicaciones y a los meses ya estaban en la relación definitiva para su vida, cuando a mi me habían dicho que no querían una relación. Empecé a cuestionarme, a sentirme menos, a desvalorisarme y todo porque no cumplía las expectativas de un hombre. Llegué a pensar que el problema era yo, que era yo quien no era suficiente mujer, que ni valía la pena, que era poca cosa. Años sufriendo porque básicamente me convertí en la mujer del proceso, en que la que querían para un rato, la que solo era un juego, un pasatiempo, paso tantas veces que enserió llegue a creer que mi destino era ese, ser solo la del rato. Todos esos hombres me hici

Felicidad.

Imagen
Hace un par de días mientras caminaba por un centro comercial, vi a un par de niños con un globo, en su carita se notaba lo felices que eran con su globo, tan poco basto para remontarme a mi infancia, aquella infancia donde un globo me hacía feliz. Que días aquellos cuando mi felicidad era salir a jugar con mis amigos de la cuadra, no necesitábamos nada material para divertirnos, para reírnos. Que diferente es todo ahora, parece ser que para estar felices necesitamos de un teléfono, mucha ropa que no usamos, del alcohol, de la opinión de todos los demás. Estamos tan desesperados por la aceptación de los demás que olvidamos que nosotros somos los que nos debemos aceptar, nos debemos amar y debemos ser felices con lo que tenemos. Cuando me pongo a analizar en que baso mi felicidad, me da tristeza y vergüenza saber que pienso que “necesito” ciertas cosas para ser totalmente feliz. ¿Realmente necesito esas cosas para ser feliz? ¿Realmente necesito la aprobación de los demás para ser feliz